La trasformación digital es una obligación que abarca al conjunto de la sociedad. Sin las posibilidades que ofrecen los medios digitales, cualquier intento de sortear la situación excepcional marcada por la COVID hubiese sido imposible. De esto mismo fuimos conscientes durante la pandemia y fue la razón que nos llevó a acelerar la primera parte del Plan de Digitalización Educativa de Castilla-La Mancha.
Desde 2019 se han repartido más de 75.000 dispositivos informáticos, se ha promovido la formación del profesorado en competencia digital, se ha puesto en marcha la plataforma EducamosCLM y conectado con fibra óptica el 99 por ciento de los centros educativos, entre otras acciones. El objetivo no ha sido otro que reducir la brecha digital, mejorar la conectividad del alumnado, facilitar un entorno de aprendizaje en línea a todos los centros educativos e implementar los recursos digitales del profesorado para que la docencia fuese posible en un contexto con unas circunstancias muy particulares.
Pero las nuevas demandas del sistema educativo y, sobre todo, las oportunidades brindadas a través de los mecanismos de recuperación y resiliencia del Gobierno de España nos ha permitido diseñar una nueva estrategia que sirviese de continuidad a la ya iniciada.
El Plan de Digitalización Educativa de Castilla-La Mancha, que se desarrollará entre el periodo 2021-2023, persigue una serie de objetivos entre los que destacan los siguientes:
Todas estas acciones, impulsadas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, están financiadas por el Ministerio de Educación y Formación Profesional y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, así como la Unión Europea, mediante los fondos Next Generation EU.